VERANO (la resaca de la primavera)

Ahora que se ha acabado la época de la polinización y la reproducción, esa venda de hormonas que teníamos en los ojos se ha caído, la vida ya no es rosa, ni llena flores, nos damos cuenta que eso del amor no es tan fácil de alcanzar. Sólo nos queda un extraña sensación de vacío y un dolor de cabeza cercano a la fotofobia.

Para la golondrina que vivía en la cochera de mi casa la resaca será mayor. Cuando comenzaba la primavera, se la pasaba recolectando pajitas y miles de mugres para construir su nido -a pesar de la pintura de mi auto- , ella y su golodrino sólo se dedicaban a construir un lecho bastante inusual para un pájaro de su especie, lo estaban haciendo dentro del motor de la puerta automática del garage, desde entonces debí de darme cuenta de que ando andaba mal.

Varias semanas después el nido desapareció, Mari decidió que no era conveniente que las golondrinas vivieran en casa, así que con un palo de escoba "limpió" todo el lugar. La pareja de golodrinas, a pesar de todo, seguían ahi. A veces, cuando se me olvidaba cerrar las ventanillas del auto, en las mañanas econtraba plumas o caquitas adentro, tal vez pasaban a saludar a la Pucca que vive en mi espejo retrovisor. Un día, una de las aves no regresó, había una extraña sensación de tristeza cada vez que regresaba la golondrina en la noche, sin su pareja y sin su nido.

Hoy en la mañana ya no estaba, cuando abri el portón, el motor empujó lo poco que quedaba del nido, por un momento pensé que el huevo estaba intacto, pero no, del otro lado tenía un grieta, desde donde estaba pude ver una mancha amarilla en su interior.