Cuídense las viejitas

Supongo que ya habrán oído sobre el asesino en serie que mata viejitas, pues estoy empezando a creer que soy yo, bueno no exactamente yo, sino mi otro yo, el lado peverso (quienes me conocen seguro saben que es extremo), y es que el otro día venía de regreso de mi sesión de análisis (la cual ya pienso dejar)cuando sin motivo aparente una viejita se aventó a la calle, casi casi como para gritarme: "mírame niña, atropéllame", y yo, en lugar de frenar, saqué mi cabeza por la ventanilla y le grite "$%&*+ viejita", ¿de dónde salió eso?, la verdad es que no lo sé, si yo soy el ser más dulce del planeta, tal vez era porque andaba enchilada, o porque soy el asesino en serie; durante todo el trayecto hasta mi casa, más de una anciana me sacó de mis casillas, todas al mismo tiempo, paraban taxis en medio de la calle, se tardaban horas para cruzar , etcétera. Un incidente de hoy, me hizo recordar uno viejo, hoy apachurré los dedos de mi abuelita con la portezuela del coche, crujió como una nuez, el sonido me tranportó a aquella tarde lluviosa que por poco la atropello, claro que ella no se dió cuenta, o por lo menos se hizo mensa, ella sabe muy bien que soy un peligro al volante, y si no me creen pregúntenle al PNdeE Sigi. Y bueno escribo todo esto para desahogarme, para que cuiden a sus abuelitas, y para no sentirme tan mal. Acuérdense, ojo, mucho ojo