domingo, março 27, 2005

naranja valiente

Alguna vez, gallina sentada me dijo que todos lo ángeles de Puebla se habían ido, que no podía ver alguno por la calle, yo le contesté que no era que no existieran, sino que todos se habían convertido en piedras, por eso cuando se quiere ver ángeles de carne y hueso, es necesario viajar a otra ciudad, o mejor, esperar a que vengan de visita. Esta tarde me encontré con uno, sabía que Dios no se había olvidado de ésta, su devota hija.

2 comentários:

Anônimo disse...

aaaaaaaa......hoy vi a una diosa rubia, no era un angel pero era una diosa...pero no me quiso llevar al Olimpo, de hecho ni cruzamos palabra alguna y posiblemente no nos volvamos a ver, pero sé que era una diosa...

Renato disse...

La vie reveè des anges!