Dos años sin escribir y la tos que me mata

Ya sé que he abandonado este blog desde hace mucho tiempo, y ahora vuelvo a él sólo por un mero ejercicio, un consejo que me dió uno de mis noviecitos fugaces en una noche en vela, mientras esperábamos que los efectos del amor se bajaran, para que cada quien tomara su camino, y tal vez en algún momento encontrarnos nuevamente. He vuelto con la intención de desempolvarme, de volver a escribir sobre lo que pienso, veo y siento; las ondas teóricas, sociolingüísticas y de análisis las dejaré para mi proyecto de doctorado (el cual debería de estar redactando en este momento), pero prefiero estar aqui, me parece un lugar más seguro, además de que esta pinche tos culera que me mata está atentando cotra mis facultades mentales. Siento que mi cabeza va a explotar en cualquier momento, pero a estas alturas ya no sé si es por la cantidad de mocos y flemas que se han acumulado en mi frente (también tengo sinusitis) o por la cantidad de información que hay en internet. Con el tiempo, y creo que es algo que no solamente me sucede a mí, la vida en internet se ha vuelto más y más absorbente, conozco gente que desde las 7 de la mañana ya está conectado a facebook, novios que terminan sus relaciones por un malentendido en el "relationship status", niños que piensan que si no están en twitter no existen, y yo que me he vuelto un poco más dispersa; he interrumpido la escritura de este párrafo al menos unas 4 veces, para contestar algunos mensaje, leer un artículo, ver el trailer de la nueva película de batman, espiar a mi ex-noviecito de semanas, y después espiar a otro más. A estas alturas ya no sé si de lo que estoy enferma es de la garganta o de la cabeza. Así las cosas.