I kissed a girl

and I liked it

the taste of her cherry chapstick

Si lo que Katy Perry dice en su canción es cierto definitivamente tuvo más suerte que yo

Cuando estaba en mi año sabático, sentía como si todos los días fueran domingo, todo pasaba lento y por lo general me aburría no haciendo mucho. Así que ese día que N me llamó para ir a tomar una chela al elegantísimo bar de c.u. guajira, no lo pensé ni dos veces. Un poco de despabilamiento después de 5 horas de televisión chatarra no me vendrían nada mal. Y ya ahí, nada, todo igual de aburrido, pubertos calenturientos, mala música, borrachas “bailando” indecorosamente. Me senté entre el montón de desconocidos con mi caguama en la mano, y de repente, sin saber cómo, llegué al fondo de ella por arte de magia. Cuando N vio mi cara de decepción aprovechó la oportunidad para proponerme algo que seguramente (como todos los hombres) ya se había imaginado: Te compro otra caguama si besas a esa chava en la boca. Esa chava estaba sentada junto a mi, y de primera impresión no se veía tan mal, así que le dije “bueno”, y no tanto porque deseara una caguama gratis, sino porque tenía ese gusanito dentro que me decía que tal vez yo en realidad soy una gran lesbiana y que he desperdiciado toda mi vida intentándolo con el sexo equivocado, además mi año sabático se había vuelto insoportablemente aburrido, necesitaba un poco de acción. Así que no lo pensé mucho y la besé, una creería que las mujeres son más tiernas y delicadas pero ésta a la mitad de lo que podría llamarse el beso, me mordió, así con toda la confianza del mundo y sin avisar, además tenía braquets y un aliento a cerveza con rancheritos ligeramente nauseabundo. No, no me gustó para nada, aunque a “esa chava” sí, se la pasó toda la tarde pidiéndome otro beso, y cuando me la he encontrado en otras reuniones malandras me dice que mis labios la vuelven loca (jeje tiendo a causar ese efecto en las personas). N y yo terminamos un poco decepcionados esa tarde, él no ligó nada debido a su ya conocida tronquez con las mujeres, y yo no era la gran lesbiana que esperaba ser. Ni modo.