yeah!!!!!! =)

Después de todos los inconvenientes valió la pena la larga peregrinación para ver a Björk, es una diosa, no me cansaré de repetirlo.

Tomamos el autobús el sábado a las cinco de la mañana, nos hubiéramos ido antes, pero algunos percances del tipo amistoso se interpusieron. Yo subí al camión en estado inconveniente, y me bajé de él peor, me moría por un pozole o unas tortas ahogadas, de esas picosísimas acompañadas de una aguota de horchata. Ya en Guadalajara, empezó lo bueno, primero porque no encontrábamos hospedaje, todos los hostales estaban llenos, no costó trabajo encontrar un buen lugar, afortunadamente yo recordé al hotel Hamilton, un lugar barato (tan barato como su reputación) y céntrico, no nos quedamos ahí, pero sí cerca, con su hermano gemelo, el Hotel del sol. Ya instalados, nos dispusimos, primero a que me curara la cruda, y segundo a comenzar el peregrinaje hasta el Aguacate, la sede del festival Sonofilia. Según las indicaciones de la página del festival, llegar hasta ahí sería sencillísimo, pero por supuesto que NO, nos tardamos casi tres horas, desde que salimos de Guadalajara hasta que por fin entramos al festival. Por cierto, un dato grupie ( y eso que a mi casi no me gusta Molotov), en la fila para entrar estaba Tito con su novia, lo cual me hizo pensar que el festival sí era democrático, eso y que seguro también se llenó de polvo, como todos los que fuimos, porque ese lugar de “Cañón de Huentittan” no tenía nada, era un rancho venido a más, había tanta tierra que por momentos parecía neblina, incluso la ambientación del lugar se asemejaba a la atmósfera de otro planeta, definitivamente todo un viaje.

Ratatat ya no estaba tocando, y de verdad lamento no haber podido escucharlos, pero dadas las circunstancias de puro milagro llegué para escuchar a Björk, la que por cierto salió a escena así sin más y sin avisar, cuando toda la banda se dio cuenta de que ya estaba en el escenario, corrieron como locos desesperados, tratando de encontrar un lugar chido para ver a nuestra diva. La primer rola fue The Anchor song, fenomenal, del escenario lo mejor de todo era el vestuario de sus coristas, parecían unos arcángeles interplanetarios, y ella por supesto parecía Dios. Cuando terminaba una canción nos decía Gracias, o gRRRRacias, siempre marcando con énfasis las laterales sonoras. En el momento que cantó All is full of Love, yo estaba tan emocionada que empecé a chillar, bueno solo un poquito, el principio de esa rola es de lo más emotivo, sobre todo en vivo. Antes de seguir, nos saludó con su vocecita de duende “Hola”, y todos contestamos a coro “Hoooola”, y ya después, pero ahora en inglés, nos regañó: ¿Les puedo pedir un favor? ¿Pueden guardar su cámara? Siento que me estoy comunicando con máquinas y no con personas, estén conmigo, disfruten el concierto, esto es un espectáculo en vivo. La mayoría la obedeció y guardo sus cámaras, pero no faltó el pendejo que le valió madres y siguió grabando, así como tampoco faltó la chavita que piensa que canta igualito que ella, y se la pasó berreando sus canciones. ¡¡¡Qué molesto!!! Ese día era el cumpleaños de una de sus coristas –qué suerte tener veinte años y ya andar de gira con Björk- así que nos pidió que le cantáramos el Happy Birthday así como se canta en México, a la de tres todos entonamos Estaaaaaaaaaaaaaaaaas son las mañanitas…..

El final fue más electrónico, cerró con Pluto, y a todos nos puso a bailar. Se fue, pero regresó =). Cantó una rola más Declare Independence, no sin antes gritar en un perfecto español: ¡¡¡¡Viva la Revolución!!!!

Las mejores rolas sin lugar a dudas fueron Desired Constellation y All is full of Love. La que faltó J’oga.

Le siguieron los canadienses MSTRKRFT, el emotivo Jay jay johanson y el güerito chistoso que no recuerdo como se llama.

Y para terminar la noche con una sonrisa, ya a la salida vi a Gael García –guapísimo- en su camioneta... ¡¡¡ah mi amor!!!

La peregrinación, los dolores de pie, tragar tierra durante todo el concierto, las desveladas, TODO lo vale Björk. Pura Felicidad.