quinta-feira, agosto 16, 2007

chale


Acabo de ver una película buenísima. El tema es una mezcla de la bella y la bestia con pesadilla en la calle del iniferno, todo desde la perspectiva taka taka, que válgame que son buenos para hacer estas cosas. Bueno, el caso es que justo al final de la historia los sueños y la relidad se juntan en un mismo mundo, y poder distinguir uno de otro es casi imposible. La verdad es que el trabajo es muy recomendable, ya tengo ganas de ver las pelis anteriores del mismo director.

Lo más gracioso de todo fue lo que me pasó después de salir del cine. Alex y su servileta caminábamos campantemente por la calle cuando sonó mi celular.

-¿Bueno?

-hola

-hola, ¿quién habla?

-un amigo

-¿ah si?

-sí, oye, ¿qué vas a hacer hoy en la noche?

-nada, ¿por qué?

- porque deberíamos de salir, por aqui, en un lugar muy bonito del centro, invita a una amiga, ¿a qué amiga vas a invitar?

-pues... te quedo mal, a la mano sólo tengo un amigo

-no, los amigos no me sirven

-jajajajaja

-jeje jiji ¡qué risa! jeje

-bueno, ¿entonces qué?

-te digo en donde nos vemos, te voy a mandar un mensaje que te llegará a la brevedad

Lo feo del asunto es que la voz sonaba distorsionada, como si fuera la de un hombre que se inyectó hormonas para convertirse en mujer, y sus risitas eran entrecortadas, con ja-jas separados y muy maracados. Jamás recibí el mensaje. Pero la confusión entre los sueños, el cine y la realidad me sorprendieron.

Por cierto, la película se llama Paprika, la realizó Satoshi Kon, director de Perfect Blue y Tokyo Godfahers.

Um comentário:

Anônimo disse...

yo creo que era el chompiras...