quinta-feira, maio 10, 2007

mis amigos poblanos

Ayer hizo un calor de la chingada.
Las altas temepraturas me ponen más vulnerable que nunca.
De regreso a mi casa, en el horno de mi carrito mis emociones comienzan a burbujear más y más. Los automovilistas de esta ciudad son una bola de babosos, no te dejan rebasar y casi siempre van manejando a cuarenta kilometros por hora. Para colmo de males una ruta 10 se interpone en mi camino. ¿Qué era lo que faltaba? Que lloviera... se puede pensar que con la lluvia el calor disminuye, pero no es así, lo que se crea es una nube densa llena de smog.
Cuando cuelgo mi celular, no lo puedo evitar, siento como un torbellino se crea en mi estómago y sale por mis ojos. No sirve. También hay una nube tormentosa dentro de mi. Miles de preguntas que me entristecen. Palabras que no he podido decir. Reclamos. Todo eso expresado en una especie de berrido incontrolable. A lo lejos escucho una voz que me dice: no llores!!! Volteo y veo en el coche de al lado a dos morenazos rapados, los dos portaban gorras hacia atrás, seguro eran poblanos, porque en el espejo retrovisor veo una playerita de la franja. No llores, me dicen, aqui estamos nosotros. Yo trato de sonreirles pero lo único que me sale es una mueca espantosa que deja al descubierto mis dientes. Los dos poblanos comienzan a hacer payasadas, todo por tratar de alegrarme un poco - si tan sólo pudieran acabar con el calor- no lo logran. Tal vez somos terribles conductores, pero por lo menos algunos se preocupan por los otros. Somos amigos. todos menos los microbuseros, esos mejor que se vayan muy lejos.

2 comentários:

alejandra disse...

no llores ! si te sirve de algo yo tambien estoy bien triste

CadávEr Muerto disse...

Yo también.