so in love

Siempre nos encontrábamos, a mi me cagaba la madre, me seguía a todos lados con esa sonrisa estúpida, y esos pasos como de niño de tres años, era de los pocos seres que realmente me ponían de malas, y eso ya era una mala señal, porque de esos suelo enamorarme, pero esto era peor, porque aparte de todo me enojaba que sólo fuera un sandwich, un pinche cuadrado relleno de lechuga que me seguía a todos lados, cuando iba al cine, cuando caminaba de la escuela al zócalo, cuando iba a comprar discos. La obsesión comenzó cuando Ins dijo que para ella existe gente a la que odia pero aún así se le antoja, ¿cómo es eso posible? ¿puedes aborrecer a alguien y aún así querer acostarte con ella?, hice una lista mental de todas las personas a las que aborrezco con toda el alma, definitivamente ninguna de ellas pasaba la prueba, guácala, qué puto asco acariciar los tentáculos de..., o besar los labios de.., ¡¡¡ni de chiste!!!, ni muy borracha, drogada, o como fuera me atrevería a tener cualquier tipo de contacto con ellos, cuando de repente lo recordé, ¡el pinche sandwich de subway! era lo suficientemente retorcido y perverso como para considerarlo, al fin y al cabo se trataba de un sandwich! ¿por qué no se me iba antojar? Desde entonces no dejo de pensar en él, ni en su deliciosa naríz de botarga.