segunda-feira, julho 11, 2005

Fantasmas...

Todo empezó cuando recibí una inesperada llamada telefónica, desde entonces viejos fanatasmas que ya había olvidado se me han aparecido. Antes eran parte de mi vida cotidiana, estaba acostumbrada a verlos pasar y que me saludaran tranquilamente, incluso una vez, me enamoré de alguno de ellos. Esa llamada la hizo una vieja amiga de la escuela, nos acompañábamos en la soledad de primero de primaria, recuerdo que ella siempre me decía que llevaba chogur y chanwis de lunch, y que a la hora del receso abrazábamos a los árboles o jugábamos a la zapatería aventando nuestros zapatos por la resbaladilla. Un día la perdí de vista -cosas que pasan-, después nos encontramos de nuevo en la secundaria -cosas que pasan-, como dirían, el mundo es un pañuelo. Y luego, otra vez la perdí de vista... Hasta ese día que llamó.

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