Debido a mi frustración después de (no) ver a Sigur Rós en Tepoztlán, el día que llegó M a mi depa para decirme que habíamos conseguido boletos para Sigur Rós en Boston, pensé: sí! la justicia divina sí existe, esta vez no se me escapan los islandeses.
El viernes la cita fue en … no recuerdo el lugar, mmm cerca del World trade center. Jo, qué memoria. La noche fue de las más frías que he pasado aqui, jaja, me daba tanta risa cuando A se quejaba cada cinco minutos: Tío, hace un frío de la polla!!
El lugar no era más grande que el Metropolitan, tenía una parte techada, y la zona de comida al descubierto. Se encuentra cerca del mar, que para esa noche de luna llena era re-romántico, claro, a veces, cuando no te llegaba el olor a pescado podrido. Como siempre en los eventos gringos, comida y merchandise por todas partes, una cerveza decente siete dólares, una playera de la banda 35. Puff!!
Llegamos a tiempo para escuchar dos o tres rolas de Parachutes & band in a box, un poco cursis para mi gusto, más bien se me hace que son pura pose, tomándose de las manos entre rola y rola, o sentándose en círculo, la verdad que no se las creí.
Nos sentamos, en los mejores lugares del planeta, en medio y en la fila 10, casi podía escuchar los murmullos tras bambalinas. Sigur Rós salió, pero… nadie se levantó, todos siguieron sentados (no lo podía creer).
Todo el toquín los gringuitos se la pasaron en sus asientos, no bailaron, no saltaron, no gritaron Jonsie te amo (algo que yo sí hice, aunque casi nadie me entendió). Por Dios! ¿Dónde quedó la euforia de ver a tu banda preferida en vivo? Nada.
El show fue más íntimo que el de México, sólo ellos cuatro, el humo, las luces y la música. Todo estuvo perfecto. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?
Ah claro!! Ver a Radiohead en vivo XD
El viernes la cita fue en … no recuerdo el lugar, mmm cerca del World trade center. Jo, qué memoria. La noche fue de las más frías que he pasado aqui, jaja, me daba tanta risa cuando A se quejaba cada cinco minutos: Tío, hace un frío de la polla!!
El lugar no era más grande que el Metropolitan, tenía una parte techada, y la zona de comida al descubierto. Se encuentra cerca del mar, que para esa noche de luna llena era re-romántico, claro, a veces, cuando no te llegaba el olor a pescado podrido. Como siempre en los eventos gringos, comida y merchandise por todas partes, una cerveza decente siete dólares, una playera de la banda 35. Puff!!
Llegamos a tiempo para escuchar dos o tres rolas de Parachutes & band in a box, un poco cursis para mi gusto, más bien se me hace que son pura pose, tomándose de las manos entre rola y rola, o sentándose en círculo, la verdad que no se las creí.
Nos sentamos, en los mejores lugares del planeta, en medio y en la fila 10, casi podía escuchar los murmullos tras bambalinas. Sigur Rós salió, pero… nadie se levantó, todos siguieron sentados (no lo podía creer).
Todo el toquín los gringuitos se la pasaron en sus asientos, no bailaron, no saltaron, no gritaron Jonsie te amo (algo que yo sí hice, aunque casi nadie me entendió). Por Dios! ¿Dónde quedó la euforia de ver a tu banda preferida en vivo? Nada.
El show fue más íntimo que el de México, sólo ellos cuatro, el humo, las luces y la música. Todo estuvo perfecto. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?
Ah claro!! Ver a Radiohead en vivo XD
Um comentário:
aaa radiohead, ahi si me moriría de la envidia méndiga...
aca viene calamaro, manu (en Puebla) y los cadillacs. y si, después de ver a Roger Waters y debido a que Pink Floyd ya no se reunirá tras la muerte de Richard Wright, pues sólo nos falta ver a Radiohead a menos que a ese Yorke se le bote y se separe de la banda...aaaa... saludos pues esa deeni cummings...
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